miércoles, 18 de mayo de 2016

Cuanto puedo cobrar por este trabajo?
Este interrogante entre los fotógrafos es un clásico y es un drama al que hay que enfrentarse cotidianamente. Es además la pregunta más frecuente en los foros de fotógrafos.
Los que "vivimos" de la profesión, hemos resuelto el tema en muchos casos en forma improvisada y lo fuimos ajustando con la experiencia a través de los años. Lo que es llamativo es que en muchos casos sigue utilizándose la misma "metodología" de la improvisación. De esta forma nos asumimos como dependientes de la buena voluntad de nuestros colegas o de listas de precios que son publicadas y que no estamos en condiciones de evaluar.
El déficit de información con el que nos movemos tiene sus orígenes en la poca presencia que tienen la fijación de precios, la rentabilidad, los costos fijos, etc. en nuestra formación como fotógrafos. Nuestro interés en la capacitación profesional pasan por temas técnicos y tecnológicos y lo comercial no nos resulta atractivo, más bien aburrido. Sin embargo es este aspecto de la profesión es el que nos va a mantener y hacer crecer en el mercado. 
Mercado, negocio, dinero, inversión, amortización, son conceptos que debemos incorporar si aspiramos a vivir de esto.
Son muchos los cambios que ha sufrido la fotografía profesional, pero tal vez el de la tecnología sea el más relevante.
Si tenemos en cuenta que los profesionales somos una parte minúscula de los consumidores de tecnología fotográfica podemos deducir la importancia que en general tenemos para las empresas que la fabrican. Un ejemplo lo encontramos cuando al publicitar sus productos resaltan que sus equipos permiten con facilidad hacer fotografías como los profesionales aún tratándose de teléfonos celulares. Si nos limitamos al aspecto tecnológico tal vez encontremos algo de verdad en el mensaje. Lo que dejan afuera hábilmente es que estamos hablando sólo de una herramienta y el resultado depende absolutamente de quien la maneja.
En esta realidad si no tomamos conciencia de las dificultades que enfrentamos en lo profesional y comercial seremos como hojas en la tormenta.
La fijación del precio de nuestros trabajos es, primero una responsabilidad individual que requiere de capacitación y luego una responsabilidad compartida por la comunidad de fotógrafos para hacer de la competencia y la convivencia en el mercado algo civilizado. Aunque suene utópico, es a lo que deberíamos aspirar para evitar la ley de la selva y el sálvese quien pueda.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario